En este
punto siento que solo queda el camino de vuelta;
el tiempo es
un misterio que me lleva siempre a ti:
una pista
indescifrable con las letras de tu cuerpo,
la isla en
la que siempre me encuentro
comería
todos los errores, te cometería de principio a fin
no sabría el
precio a pagar por tener otra vez tu olor en mis manos
¿dónde
quedaron todos los miedos,
dónde se
fueron las promesas con una misma,
los aviones
y las autopistas en dirección contraria al sentido común?
Tampoco me
atrevo a sentarte,
mirarte a
los ojos y poner el mundo patas arriba.
Es tan fácil
cuando todos los caminos llevan a otro sitio
siendo solo dos
cuerpos y el sendero una línea recta entre dos puntos
Locas las
brújulas, los controladores aéreos,
los
psicólogos, los test del facebook,
las revistas
esotéricas: no hay más remedio que dejarse ser
Podría
incluso empezar a mentirme, jurarme que no volverá a pasar,
pero algunas
noches me derramo y te llamo en voz alta;
por la
mañana ya no hay vuelta atrás.
La ruta al olvido
no tiene señales de tráfico ni quitamiedos.
La rutina
aprendida de café y buenos días se queda tatuada
para siempre
en las comisuras de la piel
Vamos conduciendo por la carretera más larga de la vida,
se refleja el mar en el sol,
el tiempo se
revierte a cada paso que dudo dar,
donde ondean
los colores del verano y se evaporan a 120 km/h;
quizás sea cuestión de mirarse a los ojos y no ver
nada más.
Noooo, celigatosss D:
ResponderEliminarY no ver nada más
ResponderEliminarY no sentir nada más
que a Ítaca pulsándonos
tremenda esfera de coincidencias
de sentidos sin cerrar