Todos los
cargadores de móviles olvidados,
las bragas
perdidas en la separación de bienes,
los segundos
goteando al otro lado del teléfono
esperando que respondas, impasible al olvido y la distancia
Justificando
voluntos a golpe de horóscopo
tomando decisiones
ante circunstancias, tuyas, mías, nuestras:
no es por
ti, es por mi, que soy alérgica a los gatos
no me gusta
el queso,
tengo que irme a trabajar;
este éxodo que
ha sido más emocional que rural,
independientemente
de los kilómetros, de los kilos,
de las palmeras de chocolate o las botellas de vino.
Un Kitkat de diez años
de noches
reversibles que te avalan
yo que
todavía me pongo roja cuando dices que me enseñas tu vestido
y a mí que se me mezclan los verbos que te quiero quitar.
Cada vez que
haces la cama y no es tu cama
las ganas
que se funden con el miedo
(el drama del
cepillo de dientes de la noche de después)
en una amalgama que solo puede llamarse vida.
Y la
conclusión, es que todo el dolor y toda la prisa
solamente
merecen la pena ahora, como un enigma ineluctable,
donde solo
vale estar en el sitio adecuado en el momento oportuno
disparar el
último cartucho de esta ruleta rusa
y que revolver sea todo lo que se pasa entre las sábanas.
<3
ResponderEliminarPlas plas!
ResponderEliminarYa te lo dije, pero me he vuelto a pasar y... es que me gusta de uf <3
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