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Yo quiero saberlo todo, vivirlo todo; y he visto en mi
vida cosas maravillosas, he hecho cosas maravillosas, he corrido delante de la
policía por estrechas calles del Albaicín, me he bañado desnuda en fuentes que
apelan a las batallas contra uno mismo, he cruzado 3200 Km. de planeta por amor
bajo cero, no tengo faltas de ortografía, salvo algún “hamor” mal escrito o mal
entendido, y sólo tengo 23 años. Todo lo hago pensando que siempre hay un paso
más allá del abismo y que si alguien no hubiera pensado o hecho las tonterías
que pienso y hago yo, algunas buenas, otras malas, el mundo seguiría siendo
plano y los prejuicios llenarían la vida de un montón de personas que no
tendrían el derecho a pensar diferente. Pero, en cualquier caso, la felicidad
se encuentra en estas y en tantas otras cosas, dependiendo del sujeto,
dependiendo del momento y te puedo decir que volvería a cruzar océanos por “hamor”,
por un abrazo.
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Pero, realmente, ¿qué te hace feliz?
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Tú.
Pero a veces “uno tiene que ir muy lejos, para saber hasta dónde se puede ir”.
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