“Para los navegantes con ganas de viento
la memoria es un puerto de partida”
Puede que todos aquellos aviones
sólo fueran el pretexto de dar conmigo,
de huir de mi;
cuando la casa no es el hogar,
cuando la esquina no es el rincón,
cuando la cama no equivale a calma,
la maleta se vuelve un buen lugar de abstracción.
Más de una vez solo llevaba dos libros
(uno para leer, otro para escribir),
una botella de vino y las gafas de lejos.
Gran estrategia de distracción,
sacar el espacio de almacenaje de uno mismo,
convertirlo en un anexo, en un apéndice,
con capacidad de movimiento independiente
y un volumen limitado.
Quizá todos los aviones
sólo fueron para ganar tiempo,
viajando del pasado al futuro y viceversa,
tierra de nadie, para encontrar las respuestas.
Solo hubo una regla: no había marcha atrás.
La conclusión: los navegantes de ahora no aguantamos las tormentas de antes,
las sirenas no están tan buenas
y la distancia es una unidad relativa.
Se te lee tan mayor y tan seria de un gato a esta parte... :3
ResponderEliminarTen cuidado con el equipaje de mano si vuelas con Ryanair y no pongas demasiado corazón dentro: el límite de peso es ajustado.
ResponderEliminarAlgunos navegantes aguantamos mejor las tormentas que la deriva.
Un beso, escribe usted bonito :*