I.
En tres mil años no habría
tiempo suficiente
para que mi mapa genético se viera
alterado por una idea,
pero es posible convertirlo en
ruinas en sólo un instante si te huelo.
II.
Si en algún momento,
a lo largo de la historia de la
humanidad,
el amor ha tenido sentido
ha sido en su nombre;
Si alguna vez el olvido
ha sido plausible
habrá tenido que ser en tu
cuerpo.
III.
Seremos dos soledades que se
encontraron sin buscarse,
dos necesidades que no se
interrogaron
y seremos, con suerte,
dos que se quisieron y se olvidarán
sin dolerse.
IV.
Me puedes encontrar en cualquier
tasca de Granada,
en la que menos te lo esperes
Donde la poesía se haga carne y
yo la acompañe con un tinto
si se trata de tu cuerpo, de blanco
si se trata mío;
Siempre y cuando me busques
En cualquier café de la ciudad,
detrás de algún libro,
donde te leo sin prisa
Más allá de lo que el tiempo
espera,
pero menos de lo que envidia
Sumida en la taza
al borde del frío
Me podrás hallar siempre
que sepas dónde buscar.
Y si llegase el verano o llegara
a rendirme, discúlpame
se me quedo el mapa al abrigo
del subjuntivo.
Sentiste la carne que se deslizaba en la tuya
ResponderEliminarTus poemas a veces son como juegos de pistas hacia lo que no queremos nombrar
me gusta como escribes tienes letras diferentes
ResponderEliminarun abrazo
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