sábado, 28 de septiembre de 2013

Post it 5/2

Una botella son seis copas.
Este placer culpable
que me invita a sacar fotos
a cada esquina en que te besé.

Ser un satélite nunca había significado
estar tan fuera de órbita,
ni de tu cadera ni de tus ojos.

Una botella son seis copas,
y me sobra un día, me llevo más de una.

Abandono mi humanidad
para decaer en las pasiones más irracionales.
Ni un atisbo de coherencia
cuando se trata  de la piel malhallada.
Resquicios, rincones, la insistencia
más allá del propio aliento.

Esta es la habanera de las noches perdidas
en que me unto los pezones con blastoetimulina

a ver si me llega al corazón. 

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