Entonces,
vamos a desorganizarnos la vida. No me pidas permiso, pero si entras quédate.
"Cada hombre está eternamente obligado, en el curso de su breve vida, a elegir entre la esperanza infatigable y la prudente falta de esperanza, entre las delicias del caos y las de la estabilidad, entre el Titán y el Olímpico. A elegir o a acordarlas alguna vez entre sí."
Yo lo tengo claro, ¿y tú?
No hay comentarios:
Publicar un comentario