domingo, 24 de febrero de 2013

Excalibur


Te prometo
que volveré a llorar,
no sé ni cuándo
ni cómo
ni cual será la mano que saque
la espada o la espina que no me deja llegar.

Pero no te puedo prometer
que no me vaya a resistir,
a intentar huir
una y otra vez de aquello
ante lo que necesito rendirme.

No entenderás,
porque mis formas son poco indicativas,
soy más de subjuntivo y de omisión,
de salir corriendo,
de bombas de humo, de sí pero no,
de piedras y pedradas a tejados ajenos y propios.

Por tanto, aquí ni maña ni fuerza,
la piedra eres tanto tú como yo.
Esta vez no habrá tracción ni pulsión,
solo atracción e impulso. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario