80 veces.

Me encuentro tu olor por las sábanas y se me van las ideas y las manos.

Pero no te voy a encontrar a ti, más allá de lo que me encuentro a mi misma. Me recorro, como si este cuerpo fuera más tuyo que mío, como cuando lo fue, y desgarro y dilapido lo poco que me queda, o que te queda. Siento como se escurren entre mis dedos las pocas palabras que aun me tienen vinculada a ti: un te quiero, un par de besos, un poco de mirada tierna, todo se me va y en la repetición de la misma canción y me exorcizo.

Y me veo como algo material, libre, y es así como lo siento: salir de ti, para llegar a mi misma, por mi misma y que todo se vaya con las contracciones de mis músculos, con mi aumento repentino de frecuencia cardiaca, con mi respiración agitada. La turbación de los sentidos y los sentimientos para sacar en claro que no hay nada que tenga más eco que el vacío.