No le haría justicia a todos los
árboles que habría tenido que talar
para decir lo que aquí viene:
toda la
ciudad me sabe a pecado
y se me debaten las mieles de los labios
con los versos
que te debo;
un asunto entre Penélope y Odiseo,
un telar y los hilos de tu
pelo;
la cuestión de saltarme las reglas
cuando me como la coma del vocativo
presa de la ansiedad
y la duda constante de que me sobran kilómetros
y me
faltan bares para tentar a la suerte.
Esta sería la síntesis te todo lo que no
he escrito
y la causa de este mutis cuando lo que quiero es un mutare.
Y para concluir, que aquí la causa es que quienes lo conocen,
o lo
empiezan a conocer, no pueden más que esperar.
Fdo.: María Mandinga
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