miércoles, 19 de junio de 2013

Cuerpos permeables

Los seres humanos no estamos constituidos para durar tanto. El miedo a la muerte  nos ha llevado a crear todo tipo de artimañas para esquivarla, para darle largas. La religión, la medicina, la tecnología… Cada una, en un momento determinado, se han usado como medio para aplacar nuestra finitud.


Pero no estamos hechos para la longevidad. Nuestros cuerpos se resienten y van dejando, progresivamente, de oír, de ver, pierden el olfato, pierden el gusto. Pierde el olfato y el gusto por la vida, por vivir; porque realmente nos gusta más saborear que digerir, porque somos un animal de emociones fuertes. 

Y de lo que se trata, a fin de cuentas, es del instante, del fútil ahora, que vale más que cualquier para siempre. 

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