Propongo
una tregua a la razón
porque en
el fondo somos tan griegos
y soy
tan desnuda feliz.
Ebria y
febril,
en edad
fértil
y sin más
simiente que algunas musas.
Se
busca que me conquiste una bruja
para
aprehender un nuevo sabor de la saliva
que sea
la salvia que alivie la sal de mis heridas.
Que si
hay versos que leer… sean los suyos
mientras
yo me deleito en los pliegues de su peplo
y si
acaso hay un mapa
que esté
tatuado en su espalda
a la
que previamente fui invitada a perderme
sin mástil
ni proa
Se
ofrece recompensa a la mujer que desalee metales
y que
funda las llaves de esta caja de Pandora,
donde escondo
más pecados de los que creo recordar.
Todo esto
tiene poco o ningún sentido pero es que vestidos
¿quiénes
pueden naufragar?
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