En términos de contradicción interna nuestra
relación ya está abocada al fracaso, cuando te beso y es otra boca la que
quiero besar, y yo estoy aquí y estoy allá a la vez y no estoy en ningún sitio
con la precisión necesaria para ocupar ningún espacio.
No he llegado y ya me tengo que ir, estando
en un lugar me regodeo en el constante sentimiento de nostalgia por otro y lo único
que sucede es que odio el trasponer.
Ir y volver, el primer siempre connota al
segundo, y quizás no estoy hecha para
quedarme.
Se busca raíz, ancla, estribo, cintura,
mesura, paciencia, piedad, vehemencia y esa sustancia mágica que convierte la
realidad en absurdo y necesariamente la belleza en contradicción. Ahí nos
vemos.L
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