Hace
tanto tiempo de todo,
que ya
no sé por dónde empezar a recordar
y es
que este inverno ya tiene demasiadas primaveras.
El que
no arriesga no gana
y el
que no gana tampoco tiene nada que perder.
Si,
naturalmente, tendemos a la entropía,
todo esto
es lo más lógico
y no sé
porque nos empeñamos en perseverar.
De esta
manera, cualquier cercanía es propia de la gravedad
y lo más
grave de este asunto es que nadie se resigna a perder.
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