Tengo ganas de madrugar un domingo y volverme
a meter en la cama, ya duchada, todavía mojada, a despertarte. A sacarte del
sueño denso y pesado, a rescatarte y traerte de vuelta a este mundo. Deslizaré
una mano entre tus piernas, solo para espabilarte un poco más, te destaparé y
pasearé la melena mojada por tu espalda, por tu vientre, te daré un beso rápido
en el pezón y terminaré de sacudirte el sueño. Te meteré en la ducha y me
meteré contigo para meterte algo más que prisa.
Y te enseñaré el Realejo por la mañana,
cuando estén abriendo las fruterías, y te sentaré en una terraza a que veas
cómo sabe el café de Granada; que te llenes de pecas, que sientas los restos
del fresco en un día de calor pesado. Que te dé el sol en toda la tostá.
Despertar es volver a la vida tras la pequeña
ausencia de la inconsciencia. Todos los días deberían ser así.
- - ¿Falta mucho?
- - ¿Para llegar?
- - No, para encontrarnos.
- - Parece que está ReamenteLejos….
No hay comentarios:
Publicar un comentario