miércoles, 23 de mayo de 2012

El realejo


Tengo ganas de madrugar un domingo y volverme a meter en la cama, ya duchada, todavía mojada, a despertarte. A sacarte del sueño denso y pesado, a rescatarte y traerte de vuelta a este mundo. Deslizaré una mano entre tus piernas, solo para espabilarte un poco más, te destaparé y pasearé la melena mojada por tu espalda, por tu vientre, te daré un beso rápido en el pezón y terminaré de sacudirte el sueño. Te meteré en la ducha y me meteré contigo para meterte algo más que prisa.

Y te enseñaré el Realejo por la mañana, cuando estén abriendo las fruterías, y te sentaré en una terraza a que veas cómo sabe el café de Granada; que te llenes de pecas, que sientas los restos del fresco en un día de calor pesado. Que te dé el sol en toda la tostá.

Despertar es volver a la vida tras la pequeña ausencia de la inconsciencia. Todos los días deberían ser así.
-         -  ¿Falta mucho?
-          - ¿Para llegar?
-          - No, para encontrarnos.
-          - Parece que está ReamenteLejos…. 

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